Estaba escrito que Jessica Lee y Kayla Brathwaite se convertirían en estrellas internacionales de hockey, vistiendo la roja, blanca y negra de Trinidad & Tobago.
“Básicamente nací en el deporte; vengo de una familia de hockey,” dice Jessica. “Mi padre, madre, hermana, tíos y tías todos juegan hockey. Mi madre inclusive siguió jugando hasta los 5 meses de embarazo, cuando me esperaba. Mi padre entrena un equipo de desarrollo, entrenó el último equipo nacional femenino Sub 21, también jugó en el equipo nacional por muchos años y todavía juega a nivel club. Es una gran influencia para mí. Siempre estuve rodeada de gente de hockey, palos, pelotas de hockey, y todo el equipamiento de mi padre.”
La historia es igual apara Kayla: “Mi familia siempre estuvo involucrada en el hockey, especialmente mi padre. El me alentó a que participara y ha sido mi inspiración seguir sus pasos desde entonces.”
Ambas damas comenzaron a jugar hockey cuando eran muy niñas y entraron a la escena nacional 10 años después. Kayla a los 15 y Jessica a los 16.
En el otro extremo del espectro de la experiencia está Kayla-Marie Escayg. Comenzó a jugar hockey a los 16 años – justo dos años atrás – y ha estado entrenando como portera durante los últimos seis meses. El próximo Campeonato Panamericano Junior será la primera vez que Kayla-Marie vista la camiseta de Trinidad & Tobago.
Y, aun así, de una breve entrevista con la jugadora, se sabe que Kayla-Marie tiene la mentalidad que se necesita para llegar a la cima. No es poco importante que haya dejado su deporte de primera elección, el futbol, por recibir poco entrenamiento.
Que Kayla-Marie sea ahora una jugadora internacional es gracias a la oportunidad sugerida por una amiga. Cuando escuchó que Kayla-Marie dejaría el futbol, su actual compañera de equipo, la internacional Cyan Lue sugirió que la talentosa adolescente entrara al hockey. “Me dijo: ‘Es básicamente fútbol con un palo,’ dice Kayla-Marie. “Después de eso, me enganché.”
Ahora la portera está jugando para ponerse al día y sin duda está recibiendo suficiente entrenamiento para satisfacer su búsqueda de la excelencia. “Entreno en promedio 10-12 horas por semana para el equipo nacional. También tengo sesiones de entrenamiento extra donde entreno con el equipo nacional junior de varones. A medida que nos acercamos al Campeonato, se irán agregando sesiones, estas serán más largas y las prácticas más intensas. Es cómo sabemos que es, el tramo final antes de los grandes partidos.”
Jessica Lee tiene mucha experiencia en la escena internacional. Jugó por primera vez en 2012 en el Campeonato Panamericano Junior. Pasaron cuatro años y tiene esto para decir en relación a su deporte y el impacto que tuvo en ella. “Ser parte del deporte de elite y representar a mi país, como individuo me ha hecho crecer y desarrollar en muchas formas con respecto a mi disciplina, responsabilidad, madurez, manejo del tiempo, compromiso y sacrificio. Aprendí a trabajar con otros, desarrollé la confianza para depender de otros para hacer el trabajo, dentro y fuera de la cancha, y entiendo mejor de que se trata y cómo mis acciones pueden afectar a los demás.
“Me dieron un rol de liderazgo con otra compañera de equipo y pudimos trabajar juntas para construir el equipo. Siento que el equipo creció tremendamente y sus miembros son ahora mucho más cercanos. Nos animamos mucho más unas a otras dentro y fuera de la cancha. También aprendí mucho sobre el juego, como trucos, habilidades y técnicas.”
Ciertamente el equipo junior de Trinidad & Tobago está enfocado. El equipo entrena cinco veces a la semana, con sesiones de gimnasio, así como en la cancha. Las jugadoras también se reúnen con el psicólogo del equipo y si, como Jessica, las jugadoras deben perder una sesión por estudio o trabajo, entonces se asume que la jugadora se ocupará de compensar la pérdida.
Con ambos equipos juniors preparándose para los Campeonatos Panamericanos Juniors, puede ser difícil conseguir horarios para la cancha sintética, pero el equipo de mujeres anotó un equipo en la competencia del Trinidad & Tobago Hockey Board por lo que compiten regularmente contra clubes de primer nivel.
Kayla Brathwaite también representó al equipo mayor en cinco torneos en las últimas temporadas, experiencia que traerá al campo a fin de mes. Ella dice: ‘Jugar con el equipo mayor contrariamente al equipo junior, es una experiencia muy intensa. Por ser una de las jugadoras jóvenes en el equipo mayor, las más grandes empujan y esperan mucho de mí. La competencia también es muy dura y desafiante para nosotras, pero siempre me alientan a que nunca me dé por vencida y continúe trabajando duro.”
Como Kayla, Jessica ha representado al equipo mayor, haciendo su debut recientemente en 2015 en la Liga Mundial de Hockey, Ronda 2 en Uruguay. Dice que una de las cosas que sobresalió para ella fue la disciplina. “Las cosas no se repiten más que una vez para que se completen. Nuestro equipo Sub 21 para este Campeonato Panamericano Junior es bastante joven pero las niñas han demostrado su compromiso, trabajo duro y amor por el deporte. Pero, el nivel de disciplina, seriedad y madurez es más bajo que en un equipo mayor, principalmente por la diferencia de edad.”
Las tres jugadoras se están embarcando a la próxima etapa de sus vidas, preparándose para la Universidad o para el mundo del trabajo, aunque las tres dicen que el hockey será una gran parte de sus vidas en los próximos años. Para Jessica, la ambición es continuar jugando para su país y quizás llevando un día a Trinidad & Tobago a competencias en todo el mundo. Por el momento está esforzándose por combinar el estudio y el hockey. “Recientemente, se puso más difícil equilibrar todo, ya que comencé la Universidad en UWI, St. Augustine, Trinidad. Se me superponen algunos entrenamientos. Intento entrenar extra por mi cuenta, especialmente con la asistencia de mi padre, porque es difícil perder el trabajo que se enseña en mis cursos.”
Kayla dice que fueron sus experiencias en hockey las que dispararon sus ambiciones en la carrera: “El ser parte del deporte de elite y representar a mi país me ha animado a enfocarme en mi objetivo de convertirme en una terapista física. El hockey también abrió potenciales caminos y despertó mi inquietud por el coaching.”
Mientras Kayla-Marie ha estado involucrada en el hockey en el corto plazo, sus objetivos de largo plazo también están centrados alrededor del deporte. Dice que le gustaría viajar al exterior para estudiar y desarrollar el hockey.
Con el hockey aún como deporte relativamente minoritario en el Caribe, son jugadoras como este trio de Trinidad la cara de un perfil en ascenso. Inspirar a otros a seguir sus pasos comienza con su obvio orgullo por representar al país. “Poder representar a mi país es una de las experiencias más excitantes que tuve,” dice Kayla-Marie. “No solamente adquirí conocimiento dentro del campo, pero también fuera de él, Tengo un mejor entendimiento de las personas y de cómo funcionan, me convertí en alguien más abierta y amable. Saber que estoy representando a mi país también me hizo más responsable y adquirí más confianza.”
Kayla hace eco de esos sentimientos: “Para mi ser internacional es un honor y lo disfruto, estoy muy orgullosa de representar y enorgullecer a mi país. Toma mucho trabajo y dedicación, pero, lo vale.”
Y para Jessica, jugar para su nación y que Trinidad & Tobago sea el anfitrión del Campeonato Panamericano Junior este año es: “una oportunidad para mostrar lo que este país puede ofrecer, así como atraer la atención y publicidad para el deporte que todos amamos.”
