Lauren Logush es una portera con muchas funciones. Juega a nivel club en el club holandés de primer nivel, el HDM den Haag, aunque es también parte del equipo mayor femenino de Canadá. Aunque, en las próximas semanas su foco estará puesto en representar al equipo junior femenino canadiense cuando viajen a Trinidad & Tobago para participar en el Campeonato Panamericano Junior femenino.
Aquí, Lauren abre su corazón para explicar lo que se siente estar codo a codo con las compañeras de equipo, porqué el hockey expandió sus horizontes y como Justin Bieber también está en lo alto de las listas holandesas.
Pregunta: ¿A qué edad fuiste elegida por primera vez para participar en el equipo nacional junior?
Lauren Logush: La primera vez que fui seleccionada fue en la primavera de 2010 a la edad de 15, cuando Canadá retomaba su programa Sub 21. Todavía era bastante nueva en el deporte y volé a Vancouver para el campamento de selección, fue la primera vez que jugué en cancha con base de agua.
P: ¿Cómo te sentiste la primera vez que vestiste la camiseta canadiense?
LL: La primera vez que vestí la Hoja de Maple fue en la primavera de 2011 en una serie de cuatro partidos contra EEUU en San Diego. Estaba bastante nerviosa, pero se fue disipando, más que nada quería probar que yo pertenecía a esa elite.
P: ¿Cuáles son los recuerdos de ese primer partido?
LL: Recuerdo a mi compañera de equipo y buena amiga Natalie Sourisseau llorando porque habíamos perdido, y yo solo pensé, no solo quiero jugar para Canadá, también quiero ser exitosa con Canadá.
P: ¿Cómo cambió tu vida el convertirte en una jugadora internacional?
LL: Ser una jugadora internacional cambió completamente la trayectoria de mi vida. Me mudé de Toronto a Vancouver, apenas había cumplido los 17 años para entrar en el programa canadiense, y elegí estudiar en la Universidad de British Columbia, donde se centra el equipo. El último verano me mudé a Holanda para jugar hockey a nivel club ya que pensé que esto sería bueno para el desarrollo de mi hockey. Sin el hockey internacional como catalizador no hubiera habido posibilidad que me convirtiera en esta rara combinación de joven de la Costa Oeste/holandesa. He vivido y viajado a muchos lugares desde que me convertí en jugadora internacional.
P: ¿Cuáles son los positivos y negativos de ser parte del equipo nacional?
LL: No hay mejor sentimiento que representar a Canadá y pararse en el podio codo a codo con tus compañeras de equipo. ¡Y por supuesto a quien no le gusta viajar alrededor del mundo, recibir vestimenta, y unos cuantos seguidores extras en Instagram! Pero, por supuesto, no es realmente ese el punto, y si lo es, durarás poco. Me di cuenta que es algo tan especial, que debes cuidar profundamente y estar muy motivada, especialmente cuando debes compartir con más de 25 personas. Dicho esto, hay cuestiones difíciles en este estilo de vida. No hay garantías que tendrás éxito, alcanzar el grado universitario lleva más tiempo, una carrera completa es casi imposible y mantener las relaciones es difícil.
P: ¿Cómo encuentras el equilibrio ente el hockey y el estudio o la vida social?
LL: Creo que una de las cosas más importantes es tener una vida e intereses fuera del hockey. El equilibrio lo es todo. Los cursos en línea han sido de gran ayuda, y es bueno que muchas de mis compañeras de equipo también están en la escuela. También he sido muy afortunada de tener algunas muy buenas amigas fuera del hockey, así como otros intereses como el ciclismo, trepar rocas, caminatas, el esquí y muchas otras actividades al aire libre junto con intereses intelectuales como la lectura y escritura. Estar en equilibrio evita que te agotes y en definitiva puedes contribuir mejor en la cancha ya que eres más completa individualmente.
P: ¿Cómo es un día típico para vos en lo que se refiere a la demanda de los entrenamientos y cómo cambia a medida que se acerca la fecha de la competencia?
LL: Estoy en una posición única ya que vivo y juego en Holanda, y típicamente tengo dos tipos de días: los días de entrenamiento y los días que no entreno. Tomemos por ejemplo los martes. Probablemente me levante entre las 9:30-10am, tome el desayuno, tome café y trabaje un poco en línea con las tareas del curso. Alrededor de las 3:30pm voy en bicicleta hasta mi club a entrenar de 4-6pm. Luego entramos para una merienda, a esto sigue el entrenamiento de porteras con Simon Zijp, que es el entrenador de porteros del Programa Nacional Holandés. Esto dura hasta las 7-8pm. Más tarde hay otra sesión de equipo de 8-9:30pm. ¡Tomamos una ducha, mientras escuchamos al gran artista canadiense conocido como Justin Bieber! Finalmente cenamos en el club y vuelvo a casa a en bicicleta o me lleva mi compañera de equipo Leonoor Schiphorst.
El jueves es otro día de entrenamiento de doble turno, los viernes de un turno y los domingos jugamos partido. Los días que no entreno, intento avocarme al trabajo de la escuela, a la lectura, salir a correr trabajar como entrenadora o cuidando niños, voy a trepar rocas, veo un documental o quizás voy a la playa.
P: ¿Cuál es tu rol informal en el equipo?
LL: Bueno, me sentiría honrada si mis compañeras de equipo me vieran como líder, pero creo que esta no es una pregunta que yo deba responder. Trato de ser bastante directa y honesta, así que espero que me vean como alguien confiable y alguien que puede darles un consejo. Al final trato de vivir dentro de los valores en los que creo, y tengo la esperanza que esto se refleje positivamente y otros los puedan seguir o aprender de ellos.
P: ¿Cuál es la reacción de tus pares que no juegan en relación a tu éxito en el campo deportivo?
LL: Realmente siempre me apoyan, aunque están generalmente muy confundidos sobre el lugar del mundo en que me encuentro, que estoy haciendo allí, o con qué equipo estoy jugando. Pero siempre es muy agradable, cuando nuestras vidas se normalizan y puedes tener una perspectiva refrescante, nueva o diferente.
P: ¿Cuáles son tus objetivos/ esperanzas/ ambiciones para los Panamericanos Junior?
LL: Queremos jugar la final. Sí, es un trabajo arduo, pero creo que no hay que aflojar hasta clasificar para la Copa del Mundo. El gran partido será la semifinal. O trabajamos duro en los partidos de la primera fase frente a EEUU o nos preparamos para el partido frente a Argentina. En cualquier caso, sabemos que estaremos enfrentando un rival duro, así que todo recae en que debemos prepararnos para un partido fuerte en defensa y capitalizar ofensivamente cuando tengamos la oportunidad.
P: ¿Tienes algún ritual para calmar los nervios antes del parito y estar lista?
LL: Seguro, trato de mantener mi rutina previa al partido, consistente. Me gusta comer tres o cuatro horas antes del partido, seguido de un tiempo de visualización antes de dejar el hotel. Trato de controlar de a poco mi intensidad emocional, escucho música hasta el momento de la entrada en calor, luego incremento el ritmo. Me gusta sentirme liviana durante la entrada en calor, y lo más importante mantengo todo lo más rítmico posible, esto, debería producir una suave transición al inicio del partido.
P: Con un mes para la competencia, ¿cómo te sientes?
LL: Me siento bastante fuerte. Creo que estoy jugando el mejor hockey de mi vida. Será una larga batalla la que libremos allí, y confío que mi preparación va tan bien como lo esperaba
P: ¿Cuál es la diferencia entre ser parte del equipo nacional mayor y del junior?
LL: Puede ser muy crudo el junior, algo que no había notado hasta que volví a unirme al programa junior (después de un par de años en medio de los ciclos). Muchas jugadoras del equipo mayor saben que esperar y están acostumbradas a viajar, mientras que en el equipo junior tenemos algunas niñas que salieron del país por primera vez el mes pasado cuando fuimos a Chile. Es maravilloso ver la apreciación de esta circunstancia. El equipo junior también tiene mejor gusto en materia musical !
