Federico García y Hugo Romero son dos árbitros hambrientos de éxito. Ambos han ido subiendo gradualmente la escala del arbitraje internacional y tienen sus ojos en el premio final: los Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo.
También ambos han logrado notables novedades. García, oriundo de Uruguay, fue el primer árbitro fuera de los "tres grandes de la PAHF", Argentina, EE. UU. Y Canadá, en ser árbitro en una competencia internacional de alto nivel cuando fue nombrado para el Trofeo de Campeones 2018 en Breda, Holanda.
Romero, por su parte, fue el árbitro más joven en referear en el Challenge Panamericano de 2015. El paraguayo tenía solo 18 años en ese momento.
García, quien comenzó como árbitro en 2002, primero estuvo como árbitro en un torneo internacional en 2012, y una competencia Panamericana Junior, mientras que ese mismo año Romero estaba comenzando su propia carrera como árbitro.
Durante los siete años intermedios, las cosas han cambiado en el mundo de los árbitros de hockey. El ritmo del juego, el estado físico de los jugadores, la cobertura que se le da al partido, lo que brinda a los espectadores una visibilidad sin precedentes de cada movimiento en la cancha, los árbitros de hoy tienen que estar en lo más alto de su nivel.
Un alto nivel del estado físico es un requisito previo absoluto en estos días cuasi profesionales, y tanto García como Romero se toman muy en serio su condición física. En las recientes Finales de la Serie FIH en Kuala Lumpur, Malasia, Romero se encontraba todos los días con un régimen de ejercicio extenuante, a pesar de las condiciones sofocantes, donde las temperaturas frecuentemente alcanzaban los 40 grados centígrados. Una habilidad para hacer frente a las condiciones extremas en las que se puede jugar al hockey es tan esencial para los árbitros como lo es para los atletas.
En una semana regular, Romero entrena dos horas al día, seis días a la semana. Su entrenamiento es una mezcla de kick-boxing, natación, trabajo de gimnasio, correr y otras formas variadas de entrenamiento. Como estudiante de ciencias del deporte, el árbitro tiene un gran conocimiento sobre cómo obtener el mejor rendimiento de sí mismo, tanto física como mentalmente.
García corre un mínimo de tres o cuatro días a la semana, incorporando entrenamiento de velocidad con resistencia. Él también hace mucho entrenamiento de base y de fuerza. "Hago un montón de entrenamiento que es similar al entrenamiento de tenis", dice. “Replica el rápido cambio de dirección y el cambio de ritmo. Trabajo con un entrenador personal para garantizar que mi entrenamiento sea lo más adecuado posible para las exigencias del deporte. Y esas demandas definitivamente han aumentado a medida que mi nivel de arbitraje se elevó ".
No es solo la fuerza física lo que importa. Cuando se trabaja en una situación altamente estresante, como un partido de hockey de primer nivel, donde ganar o perder puede ser la diferencia entre clasificar para un Juego Olímpico o una Copa del Mundo, entonces las cosas pueden ponerse difíciles.
"Con el tiempo he aprendido cómo mantenerme calmado y seguir adelante más allá de una mala decisión que pueda tomar", dice Romero. "Antes me deprimía mucho, luchaba por hacer frente a las críticas, pero ahora lo tomo como un punto de aprendizaje y sigo adelante".
"Es lo mismo con la revisión de video", agrega Federico. “Sabemos que no siempre podemos estar en lo correcto. Una vez que aceptamos eso, podemos avanzar rápidamente. El video no es tu enemigo, es tu amigo. Y si está en forma, si estás atento, si está preparado para el juego, podes ingresar al campo de juego y actuar con confianza".
Cuando se trata de la preparación, García dice que toma puntos de aprendizaje de cada situación. "No importa si se trata de un partido de liga de bajo nivel en casa o de un partido internacional entre dos equipos de los primeros en el ranking, siempre habrá algo que aprender". Con un partido de la liga de bajo nivel, podría enfocarme en un punto de antemano y realmente concentrarme en eso durante el partido ".
Una característica de la preparación de los árbitros que es relativamente nueva es la adopción de tecnología. Antes de un torneo, los árbitros estudian videos que resaltan ciertos puntos dentro de un partido. Los grupos de árbitros se comunican a través de WhatsApp o Facebook, donde intercambian información y debaten los puntos más importantes de la toma de decisiones. Luego está el uso del video para poder observar nuestro desempeño, que ambos árbitros están de acuerdo en que es una parte vital del hockey moderno.
"Utilizamos la plataforma Coach Logic", explica García. Nos permite ver partidos y recortar y marcar las partes del juego que son relevantes para nosotros. Hacemos nuestras propias marcaciones para cada partido. Yo veo la FIH Pro League en Coach Logic para ver qué están marcando esos árbitros. Esa es una parte muy importante de mi propio desarrollo ".
El tipo de cosas que los árbitros, todos los cuales utilizan la plataforma Coach Logic para cualquier evento de la Federación Internacional de Hockey, buscan cosas como el posicionamiento del árbitro, los ángulos desde los que ven el juego en la cancha y su interpretación de un cruce del partido.
"Es importante poder ver dónde estabas posicionado y por qué eso puede haber influenciado en la forma en que tomaste una decisión", agrega García.
El uso del “feedback” a través del video es cada vez más importante gracias a la llegada de la FIH Pro League. Mientras que, en un torneo, un grupo de árbitros puede reunirse durante un intenso período de 10 a 14 días, con muchas discusiones grupales, en un solo partido de Pro League solo dos o tres árbitros se reúnen durante unos días. En este sentido, para los árbitros, la plataforma Coach Logic es vital. Como explica García: "No todos los partidos de Pro League tienen un manager de árbitros, por lo que no recibís un “feedback” en ese momento. Se vuelve aún más importante tener esa información cuando volves a casa ".
Además del chat grupal en torno a los videos, cualquier interacción que los árbitros puedan lograr entre ellos mismos o con jugadores y entrenadores es de vital importancia para el desarrollo. Romero enfatiza este punto: “Soy un chico joven, por lo que puedo aprender mucho de las otras personas con más experiencia dentro del hockey. En ocasiones como esta [Finales de la Serie FIH] donde estamos juntos por períodos intensos de tiempo, es una excelente manera de conversar formal e informalmente sobre los partidos ".
Un punto que a menudo está abierto a discusión es la diferencia en los estilos de juego entre continentes. “Los equipos Panamericanos son apasionados. España e Italia son lo mismo”, dice García. "Llevan mucho fútbol al juego", agrega con una sonrisa.
“El manejo de eso es lo más importante para nosotros. Se trata del manejo del jugador. Los equipos europeos son muy hábiles, los equipos asiáticos son muy rápidos. Así que podríamos hablar con los árbitros europeos sobre cómo lidiar con las habilidades tridimensionales en el aire, mientras que pueden preguntarnos sobre cómo manejar jugadores en situaciones difíciles o cómo manejar la aglomeración alrededor del árbitro".
Hablar con los dos árbitros es una oportunidad para comprender el compromiso que tienen los árbitros con su propio desarrollo personal y la ardiente ambición de unirse a al ranking con los mejores. "Quiero llegar a lo más alto", dice Romero con honestidad. "Trabajo en todos los torneos tan duro como puedo para poder llegar a lo más alto".
García ha podido probar el arbitraje a un alto nivel a través de su designación en Breda. Llegar al Trofeo de Campeones en Breda fue increíble. Fue la mejor experiencia que he tenido como árbitro de hockey. Ha alimentado mi hambre de seguir desarrollándome como árbitro”.
