La presencia de la Federación Panamericana de Hockey en la Copa Mundial Femenina Vitality Hockey en Londres fue encabezada por dos equipos que tenían muy buenas razones para mirar el torneo con gran expectativa. Las Leonas en etapa de formación tras su desempeño por debajo de lo normal en los Juegos Olímpicos de Río 2016 pero con Agustín Corradini (entrenador) en busca de una buena actuación de su equipo. Una medalla fue definitivamente un objetivo realista para el equipo clasificado tercero en el mundo.
EEUU partió rumbo a Londres con sus esperanzas altas. Ocupando el séptimo lugar en el mundo, con un título de semifinal de la Liga Mundial de Hockey en su haber, Estados Unidos esperaba emular o mejorar su mejor actuación en Copas Mundiales: un bronce en 1994.
En el torneo, ninguno de los lados se hizo justicia. EE. UU. Parecía estar estrangulado por sus propias ambiciones, jugando con un déficit en la zona ofensiva y con una actitud menos agresiva de la que nos tienen acostumbrados a ver en sus actuaciones anteriores. Argentina jugo cada partido de la manera habitual, intensa y apasionada, pero simplemente no cumplió. Dicho esto, el equipo de Argentina formó parte de uno de los mejores partidos internacionales de hockey que se ha visto recientemente en su derrota por 3-2 frente a Alemania en la ronda de grupos. Sí, no ganaron, pero cuando miran hacia atrás, el equipo no puede dejar de reconocer que formaron parte de un gran partido donde pudimos disfrutar de la euforia y la destreza que los deportes en conjunto pueden brindar.
Los partidos de zona finalizaron y, EE. UU. no logro ser parte de los cuartos de final ya que terminaron en la ultima posición de su grupo. El Grupo B fue encabezado por el más improbable de los competidores, Irlanda, que había llegado a Londres como el segundo equipo con ranking mas bajo en la competencia. El hecho de que EE. UU. no derrotara a Irlanda, India o Inglaterra significó que no obtuvieron una segunda oportunidad de la gloria que experimentaron en La Haya cuatro años antes. Hablando después del partido, una decepcionada Janneke Schopman dijo que había muchas que formaron parte de sus actuaciones en Londres, incluido su propio enfoque. Una devastada Melissa González, que podría haber jugado su última gran final internacional para su país, dijo: "Esta vez no nos pasó nada. No podríamos haber trabajado más duro ni esforzado más, pero algo sucedió. No logramos ese click. No era nuestro momento ".
Argentina supero las etapas de grupo, terminando en segundo lugar, lo que significaba un encuentro con Nueva Zelanda en los cruces. Las Leonas enviaron a casa a las Black Sticks, ganando ese partido fácilmente. El resultado estableció un encuentro con las ganadoras del Grupo D, Australia.
Los observadores neutrales probablemente habrían favorecido a Argentina. Habían soportado partidos más duros en las zonas y por lo tanto ya habían superado varias batallas. Australia se veía bien sin verse amenazante en sus partidos de grupo. En el himno nacional, la arquera argentina Belen Succi fue una de las jugadoras que cantó con emoción y las lágrimas corrieron por su rostro mientras recogía su casco y se dirigía a su arco.
Cientos de fanáticos de Leonas convirtieron a Londres en Buenos Aires durante los siguientes 60 minutos, pero Argentina no pudo romper la defensa de los Hockeyroos. A medida que el juego se encarrilaba hacia los shootouts, un periodista argentino se dio vuelta y murmuró "No somos buenos en los shootouts" y así fue.
La guardametas de Australia, Rachael Lynch, se encontraba en excelente forma y sus jugadores de campo pudieron contener su valor para llevarse la victoria y romper los corazones de Argentina.
Y entonces los representantes de la PAHF que quedaron parados al final de los cuartos de final se encontraron formando el "tercer equipo". Lorena Rinaldini de Argentina y Rene Zelkin de EE. UU. Fueron dos de los seis oficiales técnicos -responsables del buen funcionamiento del evento, incluidas todas las estadísticas minuto a minuto y evaluación de la acción en el terreno de juego.
De los 15 árbitros, cuatro provenían de asociaciones nacionales PAHF: Carolina de la Fuente (Argentina), Irene Presenqui (Argentina), Ayanna McClean (Trinidad y Tobago) y Maggie Giddens (EE. UU.).
Tuvimos la posibilidad de hablar con con dos integrantes del tercer equipo mientras reflexionaban sobre la increíble experiencia que significa ser parte de un Mundial en la carrera de un árbitro de hockey.
Para Maggie Giddens, la Copa Mundial Femenina de Vitality 2018 siempre tendrá un lugar especial en sus recuerdos, ya que arbitró a partido internacional número 100, obteniendo así el tan codiciado Silbato Dorado. "Lo primero que me viene a la mente es ir caminando al lugar del primer día de partidos", dice la estadounidense. "Ver a la multitud haciendo cola para entrar al estadio y las gradas llenas de publico es un momento que nunca olvidaré. En ese momento se hizo muy real la Copa del Mundo y cuán honorable era ser parte de ella, los escalofríos que sentí en ese momento fueron irreales ".
"El otro aspecto obvio que tengo que mencionar es recibir mi Silbato de Oro. Arbitrar 100 partidos internacionales es emocionante de por si, pero estar con mis colegas en un Mundial para celebrar fue mágico. Conozco a la mayoría de los otros árbitros desde 2009 o 2010 y sus amistades significan todo para mí. Los torneos no serían lo mismo sin las maravillosas personas involucradas, por lo que celebrar 100 partidos con algunos de mis árbitros favoritos es algo que nunca olvidaré ".
"El tercer equipo tuvo un gran torneo y estoy agradecida de haber sido parte de él. Fuimos un grupo cercano celebro cada una de nuestras actuaciones. Todos los árbitros quieren estar en el campo de juego pero en un evento de este nivel es importante tener la mente de un principiante y aprovechar cada oportunidad para aprender de sus colegas, estudiar el juego y los equipos. Ganar experiencia y asimilar todo nos preparará a todos para el siguiente gran evento ¡Viva el Tercer Equipo! "
Cuando se trata de trabajo en equipo, los oficiales lo tuvieron más que claro en este Mundial. Al entrar al hotel donde se alojaban los oficiales, te encontrabas con grupos de árbitros riendo y charlando mientras tomaban un café; las sesiones grupales de ejercicios fueron divertidas y desafiantes; el uso de video para ayudar a desarrollar habilidades de arbitraje fue bien recibido; e incluso hubo un rompimiento cultural cuando los oficiales formaron parte en un partido espontáneo de cricket. La risa de McClean mientras describe el desconcierto inicial de Gidden en el complejo juego es contagiosa. Esta fue la Copa del Mundo donde los oficiales tomaron el centro del escenario, y de una gran manera.
Por supuesto, para que cualquier torneo funcione, las condiciones óptimas para los atletas y los oficiales deben estar en su lugar y para Ayanna McClean, los organizadores en Londres lo tenían todo al 100%. "El equipo de la organización para el torneo fue excelente. Hicieron todo lo posible. Antes del evento, obtuvimos toda la información que necesitábamos de manera oportuna y durante el evento, estuvieron al tanto de todo, incluidas las solicitudes de último minuto. Fueron excelentes anfitriones y los "Hockey Makers" (el ejército de voluntarios que trabajaron en el evento) verdaderamente agregaron otro nivel de profesionalismo al evento. Siempre amistosos, siempre serviciales y trajeron un gran ambiente para la ocasión ".
"La presentación del deporte también fue muy superior a cualquier experiencia que haya tenido en mi carrera. Esta fue mi primera Copa del Mundo estaba emocionada de ver y ser parte del más alto nivel de hockey. Fue un gran espectaculo. BT Sports y su equipo fueron los encargados de mostrar todo el hockey a través de la TV y lo hicieron muy bien ".
Por supuesto, como en todo gran evento para que sea perfecto es necesario mezclar una gran organización con un gran nivel de hockey pero como señala McClean: "el hockey en sí fue bastante espectacular. Fue realmente un torneo con mucha sorpresa. "
Irlanda y España llegaron a las semifinales, junto a dos potencias de hockey Australia y los Países Bajos, y agregaron una dimensión completamente nueva a la Copa del Mundo, para McClean, esto es una señal de que el deporte está realmente creciendo. Sin embargo, al igual que muchas personas, el equipo dominante sigue siendo los Países Bajos, y como dice el árbitro de Trinidad y Tobago: "Las holandesas proporcionaron un magnífico show de hockey".
La Copa Mundial 2018 tuvo todo. Desde la angustia de las salidas tempranas, el drama de los shootouts, la presión de los cruces y la emoción de un estadio lleno. Y si le preguntas a cualquiera de las jugadoras al final de este gran espectáculo de hockey quizás respondan que el tercer equipo también tuvo una grandísima actuación.
